Ideas erróneas de la vocación
Vocación=
Plenitud de Vida
Al interpretar la vocación desde un punto de vista religioso no es raro que se le considere como el privilegio que Dios concede a unos cuantos, que han sido escogidos por Él. Si fuera así, entonces habría personas que pertenecen a otra categoría, esto causaría una separación de las demás personas comunes, porque ellas son extraordinarias. Esto llegaría al extremo en el que se considera que la vocación nos coloca por encima de las demás personas, incluso al interno de nuestra propia familia.
Vocación=
Altruismo
Otro concepto reduce la vocación a una cuestión de generosidad. Se trata entonces de ser buena persona y lanzarse a buscar el bien de los demás por medio de una profesión o modo de vida. A diferencia de la anterior, esta sí mira las necesidades de los otros, pero es arriesgado cimentar la propia vocación sobre la generosidad, porque habitualmente las personas flaqueamos en nuestros buenos propósitos o llegamos a cansarnos.
Vocación=
Profesión
Es frecuente pensar que la vocación se reduce a una ocupación. Desde aquí, la opción vocacional se convierte en una simple ayuda para elegir un oficio o una carrera, la cual se limitaría a algunas tareas a condición de un salario. Esta visión carece de una significación más profunda.
Vocación=
Gusto
Este es otro concepto erróneo pues mira a vivir sólo aquello que nos fascina y divierte. Se trata únicamente de encontrar un espacio donde podamos expresar las inquietudes y explotar nuestras capacidades, donde trabajar sea un auténtico placer. Cae en el idealismo al no tener contacto con la realidad. Se podría buscar ese lugar fantástico donde todo es gustoso y sencillo.
Vocación=
Privilegio
Al interpretar la vocación desde un punto de vista religioso no es raro que se le considere como el privilegio que Dios concede a unos cuantos, que han sido escogidos por Él. Si fuera así, entonces habría personas que pertenecen a otra categoría, esto causaría una separación de las demás personas comunes, porque ellas son extraordinarias. Esto llegaría al extremo en el que se considera que la vocación nos coloca por encima de las demás personas, incluso al interno de nuestra propia familia.
CONCEPTO REAL
- Un acontecimiento que sucede en la vida del hombre dentro de su propia historia; por ello es necesario descubrirla, discernirla, disponerse para entrar en contacto con Dios.
- Un misterio; es decir, que solo se comprenderá desde la conciencia de la presencia de Dios en nuestra vida. Este misterio de fe ilumina nuestra existencia y da sentido a nuestra propia historia.
- El acontecimiento en el que el hombre es el actor principal; si bien Dios es quien lo llama, es el hombre quien decide colaborar con Él para realizar su proyecto ante la humanidad. Por ello el hombre debe de tomar con responsabilidad su llamado.
- Un diálogo con Dios, esto es fundamental en el descubrimiento del propio llamado. Dios habla al corazón y a la vida de los hombres; Él toca y llama a toda la persona, con su vida, con su historia y con sus limitaciones. Todas las situaciones, las aptitudes, los acontecimientos, las situaciones, son signos o mediaciones en las que Dios manifiesta lo que quiere de nosotros.
- Aceptar una misión dentro de mi realidad. Dios llama a todas las personas motivado por el amor a ellas y al pueblo en el que viven. Dios elige a uno, pero su destinatario final serán los otros, es decir, el pueblo al que se dirigirán. Vivir una vocación significa asumir una misión en medio del mundo para remediar una necesidad o para comunicar su mensaje de Amor por la humanidad.
- Una respuesta concreta; por tanto si no hay llamado de Dios es muy difícil que podamos responder, por eso tanta dificultad de dejar todo para seguirle. Dios respeta nuestra libertad y nos invita a su seguimiento, pero sólo en nosotros estará el dar el sí que hace que todo se transforme a nuestro alrededor, comenzando por aquel que ha sido llamado.